Una crisis sistémica, sobre todo a escala mundial, no es un proceso súbito. Es por el contrario un fenómeno progresivo que puede ser previsto por el análisis de indicadores que ponen diariamente en evidencia las fragilidades crecientes del sistema, las rupturas de subsistemas y las tentativas de los operadores estratégicos de dirigir u ocultar los indicadores esenciales. Porque cuando una crisis de este tipo se desencadena, los principales operadores del sistema no tienen el control de ni de un solo factor (si queda uno que todavía controlan): es el momento de la toma de conciencia colectiva de que el sistema esta en crisis.
En el caso de una empresa que se encamina a una declaración de quiebra, los directivos tienden a prevenir del probable quiebre a sus amigos y socios, en primer lugar, a los que considera que tienen más que temer si no lo hacen. Con los otros acreedores, los proveedores, los clientes, los empleados, … en cambio, estos mismos tomarían precauciones para que se enteren lo más tarde posible, es decir, que lo hagan por la prensa.
Según el equipo del LEAP/E2020, los dirigentes de Estados Unidos y una parte de los responsables financieros del planeta están actuando exactamente así.
Estos son los nuevos indicadores que prueban que la crisis sistémica ya ha comenzado:
- 1. la situación de cesación de pago del Gobierno estadounidense desde mediados de febrero de 2006, ya ha alcanzado el límite máximo de endeudamiento autorizado por el Congreso. Desde esta fecha, el Gobierno de EEUU ha dejado de publicar el « State and Local Government series (SLGS) nonmarketable Treasury Securities », empréstitos de los municipios, para poder seguir emitiendo los Bonos del Tesoro15. De acuerdo con el ministro de Finanzas de EEUU, John Snow, si a mediados de marzo, el Congreso no ha votado un aumento del límite máximo de deuda de 800 mil millones de USD suplementarios (el 10% del actual límite máximo de 200 mil millones de USD, que ya aumentado dos veces en los últimos 3 años), la cesación de pago será un hecho. Lo que es particularmente inquietante es que John Snow anunció no poder pasar de mediados de marzo sin el riesgo de una segura cesación de pagos. Hasta el momento, el Congreso no tomó ninguna decisión y ni siquiera pretende abordar el tema por temor a un efecto psicológico desastrosos en los electores republicanos de aquí a las elecciones de noviembre de 2006 y naturalmente también en los compradores extranjeros de bonos del Tesoro16. Podemos ahora preguntarnos si, de la misma manera que se está a punto de suspender la publicación del M3, no asistiremos al fin de la evaluación exacta del importe de la deuda pública de Estados Unidos. Estas dos tendencias en conjunto sólo refuerzan la desconfianza tanto en el valor del USD como en los Bonos del Tesoro y en su economía en general. Esto ilustran la ausencia completa de liderazgo político y presupuestario en el seno de la actual administración estadounidense…Para leer más : GEAB 3 / 16.03.2006