Hemos analizado en repetidas ocasiones que sólo los poderes regionales serán capaces de restaurar la calma en Oriente Medio y de resolver el problema de Daesh, el enemigo común en el que todos concuerdan.
Sin embargo, afirmamos que las intervenciones de los Estados Unidos o Rusia solamente darían lugar a agravar las tensiones.
Oportunidades perdidas repetidamente
Baste decir que los acontecimientos recientes que sientan las bases de una confrontación entre EE.UU. / Rusia en Oriente Medio no van en buena dirección.
Y que también identificamos el Irán chiíta y la Turquía sunita, las únicas dos democracias de la región (imperfectas – como todo – pero evaluadas en los términos del resto de la región), como la única alianza posible, legítima y garante del multi-confesionalismo de la región.
Idealmente, Egipto debería añadirse a esta alianza (este es el rol que la valiente lucha de los egipcios durante la primavera árabe les deberían haber permitido jugar) y, en menor medida, Israel (que habría sido posible gracias a la elección de Herzog en lugar de Netanyahu en las últimas elecciones [1]).
Se habrían así cumplido todas las condiciones para una reorganización democrática y multi-confesional de la región. Egipto[2] e Israel[3] han sido descartadas permanentemente para desempeñar una influencia positiva y las posibilidades de superar la crisis se han reducido en gran medida. Irán, por su parte, ha sido puesta en libertad condicional y está empezando a redescubrir el papel regional que le incumbe. Dicho esto, este país está bajo un ataque en dos frentes (Yemen y Siria) y su “libertad condicional” significa que no siempre tiene las manos libres para defender sus intereses y los de sus aliados. Por último, Turquía ahora se encuentra en un caos indescriptible[4] y al parecer realmente incapaz de desempeñar el más mínimo papel independiente en la región.
Arabia Saudí vs Irán
Como poder regional, Arabia Saudí, por tanto, parece ser el único a bordo, un escenario que nos lleva lejos de cualquier posibilidad de un proceso abierto, democrático y multi-confesional en Oriente Medio – a pesar de la descabellada convergencia, totalmente antinatural, entre éste y el Israel de Netanyahu[5].
Dicho esto, otro escenario está teniendo lugar en este momento, no mucho más entusiasta, en torno a Irán y sus débiles aliados – Siria e Irak, apoyados por Rusia[6], para algunos el rumbo de los “perdedores”. El multi-confesionalismo, sin duda, no es una parte importante del futuro programa propuesto por este grupo de países y el patrocinador ruso ciertamente no es garante de la sostenibilidad de las soluciones que se puedan establecer si el grupo se mantiene.
La « posición central » de Turquía
No, decididamente, el “futuro teniendo un futuro” en realidad sólo se basa en una alianza entre Irán y Turquía. Por lo tanto todo se juega en torno a lo que ocurra en Turquía durante la “reelección”[7] parlamentaria del 1 de noviembre. Se mire como se mire Turquía es central, en general, y en esta crisis en particular. Tiene la característica especial de ser el segundo ejército de la OTAN por el tamaño de la tropa, por lo que el interés se centra en torno a sus orientaciones políticas, y durante mucho tiempo.
Gráfico 1 – Situación central de Turquía. Fuente : Ali Velshi.
Cuando Erdogan llegó al poder a través de las urnas en 2013, cuestionó la tutela militar en virtud de la cual el país había vivido durante décadas[8], con el consecuente distanciamiento de su país de la influencia occidental. La solicitud de adhesión a la UE se convirtió en formal y realmente no prevista. La prioridad se desplazó a las relaciones equilibradas entre innumerables y poderosos vecinos de este país tan “bien” rodeado incluyendo Siria de Bashar al-Assad[9] e Irán[10]. El proceso democrático no ha sido cuestionado, pero resulta que en esta región, en este momento, la democracia es sinónimo de Islam. Otra prioridad para Erdogan, en relación con la reducción del poder militar del país, fue iniciar un proceso de paz con los kurdos[11].
Rastreando el camino que la Turquía de Ergdogan siguió hasta el año 2011, se observa el grado en que la crisis siria le ha debilitado en la búsqueda de su proyecto.
Descarrilamiento de las políticas de Erdogan
Desde el punto de vista de nuestro equipo, Erdogan ha cometido un gran error: confiar en Occidente en que Bashar al-Assad se eliminaría de forma rápida y, en una mezcla de política-real y tentación ideológica (una ideología menos islámica que democrática en nuestra opinión), apostando por los reemplazos previstos por el apoyo al Ejército Libre de Siria.
Un problema: Occidente, obviamente, no tenía los medios para respaldar sus políticas. Y cuatro años más tarde, Bashar al-Assad sigue ahí, pero la situación ha degenerado mucho más allá de las expectativas, en gran medida, ya que desborda a toda la región y a partir de ahora a Europa, a través de esta afluencia de refugiados[12].
En cuatro años, las políticas de Erdogan se han vuelto ilegibles e incoherentes, y Turquía se encuentra al borde de un abismo económico[13], social, político y geopolítico … a punto de implosionar[14].
En el escenario que más probablemente ocurra, el AKP no recuperará su mayoría parlamentaria ni formará una coalición y el país seguirá estando políticamente paralizado en medio de una crisis de múltiples frentes.
Anticipamos que, dado el hecho de que nadie tiene la intención de ver a Turquía tomar el mismo camino que Libia o Irak, los militares no dudarán en poner orden en el país si las elecciones de noviembre dan como resultado la imposibilidad de forjar algún tipo de coalición y devuelve la dirección menos coherente al país.
Este es el escenario más probable, el que todo el mundo está esperando, lo que muchos en la zona occidental cuentan como realidad, lo que está llenando las páginas de nuestros periódicos. Dicho esto, nuestros lectores ya conocen nuestra inclinación de mostrar alternativas.
Otra vez los militares o Erdogan
El otro escenario posible, poco mencionado en la prensa diaria sería, que Erdogan ganara su apuesta de recuperar su mayoría parlamentaria y / o la gestión para formar una coalición que no neutralizara todo el poder para actuar, y retomar el control en la aplicación de sus políticas.
Los otros partidos están muy atrás del AKP de Erdogan. El CHP, partido kemalista representa el 25%; la nueva estrella de los europeos, el simpático partido moderado pro-kurdo HDP o el Syriza turco, sólo el 13%; seguido por el ultranacionalista y muy fascista MHP. Recuerde que la “derrota” del AKP en las últimas elecciones parlamentarias ¡fue con el 40% de los votos!
Gráfico 2 – Encuestas para la elección de Turquía en noviembre. Fuente: James en Turquía.
Por lo tanto, no hay duda de que el 1 de noviembre veremos una emergente alternativa real a Erdogan pero lo que realmente sabremos es si el actual líder ha recuperado el control de la aplicación de sus políticas o si se renovará la parálisis del gobierno, mientras que el país se hunde en el caos, lo que requerirá la intervención ejército.
Pero suponiendo que Erdogan se las arreglara para recuperar el control, ¿cuál será su política? Los indicios que él ya ha dado claramente indican un retorno a la política de independencia que comenzó en el año 2003:
. distanciamiento de los EE.UU.: las relaciones con los EE.UU. se hizo tensa cuando éste lanzó en paracaídas armas pesadas a los rebeldes anti-Bashar, entre las que estaban las tropas pro-PKK del PYD[15], como parte de su guerra de poder contra Rusia[16] ;
. reequilibrio en favor de Rusia a la que visitó recientemente, y la apertura a Irán[17] ;
. una flexibilización de la política hacia Bashar: Erdogan recientemente se declaró a favor del establecimiento de un gobierno interino sirio incluyendo a Bashar el-Assad[18], siempre y cuando esto no actúe como una legitimación del régimen sirio[19].
Esta última condición es importante porque hace de Turquía el garante del compromiso entre las posiciones rusas y estadounidenses: la cooperación con Bashar el-Assad propuesta por Rusia para restablecer la paz en Siria y en la región (en adelante, el objetivo principal de los europeos que lo único que quieren es que el flujo de los refugiados pare) no significa la preservación de Bashar el-Assad a la cabeza del régimen sirio.
Todo esto evoca un escenario muy similar al que ya hemos mencionado, recuperado hoy por la revista Trend que ha firmado un valiente artículo sobre la inevitabilidad de una alianza turco-ruso-iraní[20].
Con todo eso, no es de extrañar que el jefe de la OTAN, Stollenberg, haya redoblado sus atenciones hacia Turquía con promesas de apoyo militar en caso de un conflicto con Rusia[21], promesas que ciertamente se dirigen al aparato militar turco más que a Erdogan, dando a entender más o menos un preliminar golpe de Estado.
El escenario de un fortalecimiento de la posición de Erdogan a la cabeza del gobierno turco no parece el más probable en la actual explosión de las zonas de combate. ¿En qué condiciones tendrán lugar las elecciones? ¿Se van a celebrar? En la actualidad, cualquier cosa es posible.
Pero el equilibrio de fuerzas en la región ha cambiado drásticamente en un mes con la entrada de Rusia en juego, y con el cambio de tendencia de Europa en el objetivo de la eliminación de Bashar el-Assad como una prioridad en términos de gestión de la crisis siria. Por otra parte, es interesante observar que Merkel y Erdogan expresaron su cambio de rumbo en este tema el mismo día[22].
En cualquier caso, es de entender que las elecciones turcas del 1 de noviembre se deben seguir con mucho cuidado. Habrá una vuelta al orden pero podría tener una faceta muy diferente…Para leer más, suscríbase a GEAB
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[1] Ver números anteriores de GEAB.
[2] En cuanto a Egipto, las visitas / reuniones entre Putin y Al-Sissi hace algún tiempo nos llevó a anticipar que en el caso de una política de Rusia con éxito en el Oriente Medio, realmente podría ocurrir allí algunos reposicionamiento. Fuente : Le Figaro, 10/02/2015
[3] Por otra parte, Israel está completamente encerrado en una visión cada vez más militarizada de la región. Fuente: World Tribune, 13/10/2015
[4] Para comprender mejor la complejidad de la situación, se recomienda la lectura de este artículo France Info. Fuente: FranceInfo, 14/10/2015
[5] Nous avions à l’époque longuement commenté l’avenir d’Israël dans un tel Moyen-Orient. Mais nous supposons maintenant que les grands stratèges à la manœuvre à Tel Aviv comptent bien sur le fait qu’une fois la complexité du Moyen-Orient éliminée, la puissance de feu pourra alors se concentrer sur l’Arabie saoudite elle-même, en un gigantesque pandemonium supposé permettre la grande reconfiguration du Moyen-Orient. Il est probable en effet que l’Arabie saoudite soit le prochain sur la liste, dès que l’Iran aura été durablement affaibli, via l’élimination de Bachar el-Assad, l’Otanisation de la Turquie, la neutralisation par dictature de l’Égypte, l’irruption d’un grand Kurdistan (qui n’aura rien de bien sympathique si l’on en croit Amnesty) et la provincialisation de tout le reste. Le tout sous la tutelle d’un « Occident » réaffirmé dans sa suprématie. Ce scenario qui se déroulera moyennant des millions de morts et des dizaines de millions de réfugiés, sans compter le déploiement du conflit bien au-delà de la seule région, reste malheureusement une possibilité.
[6] Source : Le Monde, 04/10/2015
[7] C’est ainsi que l’appelle Erdogan, qui joue sur les mots…
[8] La reducción del presupuesto militar, total poder al Parlamento para decidir sobre las asignaciones presupuestarias del Ejército desde 2003; limitación del campo de intervención que limita los riesgos de un golpe de Estado del Ejército en 2013 (fuente: Le Figaro, 30/07/2013); nombramiento del gobierno de los jefes del ejército en 2011 (fuente: BBC, 04/08/2011) nombramiento de un civil al frente del ejército.
[9] Acabamos olvidado que Erdogan apoyó Bashar al-Assad, hasta la época de la Primavera Árabe. Fuente: Ovipot, 15/05/2011
[10] Fuente : Deutsche Welle, 09/06/2014
[12] Tanto es así que The Guardian, que no podía ser acusado de ser pro-Putin, acaba de publicar el plan de paz propuesto por Putin en 2012, un plan que sugirió traer de vuelta la paz al país con la ayuda del ejército regular, mientras se negociaba la honorable salida de Bashar al-Assad. Este plan fue despreciado en su momento, pero su lectura de hoy da que pensar: ¿podríamos haber evitado todas estas muertes, la destrucción y los migrantes?
Fuente: The Guardian, 15/09/2015
[13] La deuda nacional se ubica actualmente en el nivel insostenible de los $ 170 mil millones. Para una visión de la situación económica de Turquía en el contexto de estas elecciones, vale la pena leer este artículo en Al-Monitor. Fuente: Al-Monitor, 12/10/2015
[14] Por no hablar de que la agenda de democratización de Erdogan se había aplazado hasta más tarde: la urgencia de estos últimos cuatro años consiste solamente en evitar esta implosión …
[15] Fuente : Hürriyet, 14/10/2015
[16] Fuente : New York Times, 12/10/2015
[17] Fuente : Today’s Zaman, 12/10/2015
[18] Source : Aranews, 25/09/2015
[19] Esta condición puede, por supuesto, considerarse hipócrita; pero también podría ser considerada como la garantía que Europa tiene que aceptar.
[20] Fuente : Trend, 14/10/2015
[21] Fuente : Reuters, 12/10/2015
[22] Fuente : Al-Arabiya, 24/10/2015
