En mayo pasado, en el GlobalEurope Anticipation Boletín N°5, el LEAP/E2020 había expuesto detalladamente las cuatro fases de la crisis sistémica global, indicando que la fase que denominamos de « aceleración » comenzaría en junio y se extendería durante un lapso de seis meses, momento en que empezaría la fase explosiva de la crisis, denominada de « impacto ».
En respuesta al desarrollo de estos últimos meses y a causa del rol central jugado por Estados Unidos en el actual sistema mundial, el LEAP/E2020 está en condiciones de anunciar que la fase de impacto se iniciará durante noviembre de 2006 y que el factor catalizador de este cambio de fase será las elecciones de mitad de período en el Congreso de Estados Unidos que es el punto nodal de las principales líneas de fractura del sistema global actual.
La fase de aceleración se caracterizó por la toma de conciencia generalizada que el sistema global que conocemos desde hace varias décadas estaba cambiando profunda y persistentemente como lo muestran las siguientes tendencias ampliamente en todo el mundo: agravación de las crisis nuclear con Corea e Irán, impotencia de Estados Unidos generalizada en todas las principales crisis de estos últimos meses, incluido el conflicto israelí-palestino, la guerra civil en Irak y cenagal estadounidense en este país por lo menos hasta 2010, creciente sensación del desarrollo de una derrota occidental en Afganistán, colapso de los bienes inmuebles en Estados Unidos, creciente volatilidad del sistema de los « hedge funds » , entrada en recesión de la economía estadounidense, agravación de los sus déficit comerciales y de pagos, debilitamiento continuo del USD, deuda creciente de las familias estadounidenses.
La fase de impacto que sucede a la fase de aceleración se caracteriza por el desencadenamiento de una serie de crisis abruptas que afectan por contagio a todo el sistema global. Esta fase explosiva de la crisis, que durará de seis meses a un año, afectará directa y muy fuertemente a operadores, a mercados financieros, poseedores de activos nominados en USD, fondos de pensiones y a las relaciones estratégicas entre Estados Unidos por una parte, y Europa y Asia por la otra.
Según nuestros análisis, su impacto será bastante más fuerte en el sector financiero que lo que nuestras previsiones nos inducían a pensar en el primer semestre de 2006, ya que la movilización de este mismo sector en Estados Unidos (y de sus comunicadores) para mantener el control del Partido Republicano en el Congreso Nacional, condujo a « enfervorizar » a la opinión pública estadounidense y a la inmensa mayoría de los protagonistas de este sector, para que los dirigentes de este mismo partido puedan aspirar a un buen balance económico (único tema de campaña a su disposición desde el verano de 2006). Esta utilización de una cara del sistema global con fines electorales internos en Estados Unidos impidió a la mayoría de los protagonistas prever correctamente las próximas rupturas lo cual aumentará considerablemente el potencial explosivo de la fase de impacto en este sector puesto que tomarán a los operadores « a contrapié »…
Para leer más : GEAB 8 / 16.10.2006