Desde el 8 de noviembre de 2016, la India se encuentra experimentando una revolución monetaria de una magnitud sin precedentes, por el volumen de población afectada y por la profundidad de la transformación. Desmonetizando los billetes más grandes de 500 y 1000 rupias, el Gobierno indio trata de reintegrar la gigantesca economía paralela o negra (o simplemente arcaica) del país en la economía oficial. En una nación en la que el 90% de las transacciones se efectúan en líquido, una grandísima parte de la actividad escapa al conocimiento del Gobierno central, y subsecuentemente a las estadísticas, a los impuestos y a la financiación de infraestructuras.
Ya hemos argumentado sobradamente que la crisis adoptaría un forma más política y más geopolítica. ¿Significa esto que la crisis económico-financiera se ha terminado? Nadie nos puede acusar de haber [...]
¡África! El segundo continente más grande del mundo después de Asia en superficie y en población, también uno de los más pobres, sacudido por guerras y conflictos interiores. Pero, ante [...]
Como cada diciembre, nos disponemos a evaluar nuestras anticipaciones sobre las tendencias del enero anterior. Estimamos una nota final de 25,5 sobre 34, lo que equivale al 75% de éxito, [...]
Infraestructura versus obligaciones soberanas Como ya hemos subrayado numerosas veces, las promesas de la campaña de Trump y las probables QE fiscales en Europa y EE.UU. pintan un prometedor futuro [...]
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