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2024 – 2030: acelerar la destrucción y abrir paso a las nuevas rutas del mundo multipolar

Los actores geopolíticos y económicos del mundo se dedican actualmente a acelerar la destrucción del viejo mundo. Esta tendencia es síntoma de una pérdida de paciencia con la persistencia del orden heredado de la Guerra Fría, que sin embargo sobrevivió bastante bien al colapso de la URSS. Esta prisa por dejar paso al mundo del futuro está conduciendo a una intensificación de la confrontación que resulta naturalmente preocupante.

La determinación de la Comisión Europea de favorecer la apertura de negociaciones sobre la integración de Ucrania se está convirtiendo un procedimiento acelerado. En cualquier caso, esa es la impresión que dan las recientes declaraciones de su Presidenta, Úrsula von der Leyen, a un mes del próximo Consejo Europeo, en el cual debe pronunciarse sobre la cuestión. Un proceso que acabará por exacerbar las divisiones y disfunciones en el seno del Consejo y de los Estados miembros, aunque la atención de la opinión pública europea se haya desviado actualmente hacia otro tema candente, el conflicto Hamás-Israel y Gaza, que volverá a dominar las agendas de las elecciones europeas de junio de 2024. Un cambio de rumbo para la Unión Europea tal y como la conocemos.

La misma secuencia en Israel/Palestina, donde es probable que el conflicto se resuelva antes de lo que la mayoría de los observadores prevén actualmente. Todos los actores sobre el terreno tienen interés en la vía rápida. El artículo de este número también se presta a la exploración de escenarios, el primero y más probable vería a Israel y Palestina como Estados plenamente integrados en una nueva estructura regional pacífica y cooperativa. El segundo, menos probable pero que no puede ignorarse, resultaría, bajo la presión de la comunidad de judíos ultraortodoxos antisionistas, en la disolución del Estado de Israel en un nuevo Estado multiconfesional.

Esta aceleración es el resultado del retorno de la lógica de la fuerza, descrita en nuestro número anterior, y sobre la que volveremos para completarla con los diversos conflictos que no pudimos tratar el mes pasado, Armenia/Azerbaiyán, Serbia/Kosovo, Pakistán/Afganistán, etc., que también responden a estas mismas urgencias geoestratégicas.

Sin embargo, no debemos dejarnos cegar por el corto plazo, nunca debemos perder de vista la capacidad de destrucción creativa que el orden mundial trae consigo. El objetivo primordial de estos procedimientos acelerados es dar lugar a una nueva organización multipolar del mundo. Esto ya se está materializando en la creación de nuevas rutas (rutas comerciales, cables de internet, gasoductos, etc.) que están, literalmente, creando un nuevo mapa del mundo, más resistente, más complejo, más rico, pero con más dependencias. Como estos proyectos se desarrollan a largo plazo, son cruciales para el ejercicio de proyección hacia el futuro, que es de lo que trata la anticipación. Como actor clave en el desarrollo de estas infraestructuras, China avanza hacia una delicada ecuación de créditos y deudas globales, al haber concedido numerosos préstamos para financiar este tipo de proyectos.

Por último, ¿qué le depara el futuro a la inteligencia artificial en este nuevo mundo configurado por las nuevas tecnologías? Este mes, dos autores responden a estas preguntas, uno es ensayista, Mihai Nadin, el otro escritor de ficción, Grégory Aimar. Estos avances se aceleran a su vez a un ritmo impresionante, afectando a nuestra relación con la inteligencia, por supuesto, pero también con la espiritualidad y la religión, y sobre todo a nuestro consumo de energía y a la destrucción de nuestro hábitat. Como siempre, encontrará nuestras inversiones, anticipaciones y recomendaciones para ayudarle a seguir este ritmo acelerado.

Contenido detallado del número 179:

• Editorial: La destrucción por la vía rápida
• Geopolítica: el retorno de la lógica de la fuerza, continuación
• Ucrania 2025: el fin de la Unión Europea unilateral (o “la maldición de Zelensky”)
• Israel-Hamás: el otro escenario
• 2030: rutas comerciales, cables de Internet, gasoductos… las nuevas rutas del mundo multipolar
• 2035-2040: la difícil ecuación de la deuda mundial y la deuda china
• La visión de un lector sobre el futuro:
  – Mihai Nadin: Por espectaculares que sean los logros calificados de la IA, ninguno puede considerarse inteligente
  – Grégory Aimar: Una religión tecnológica podría ser una solución paliativa a la desaparición de las religiones tradicionales
• Inversiones, tendencias y recomendaciones

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