Transportes aéreos: zona de turbulencias
Ya hemos alertado sobre un riesgo de crisis en este sector (fabricantes, compañías e infraestructuras). De hecho, la crisis ya está en curso: las dificultades a las que se enfrenta Boeing, el cuestionamiento del duopolio Airbus-Boeing tras el surgimiento de una competencia asiática, la crisis de las compañías low-cost, el creciente cuestionamiento medioambiental… el sector va a tener que reinventarse. El problema es que, según parece, tiene dificultades para hacerlo. Quizás la decisión de invertir en investigación para crear una nueva generación de aparatos de menor consumo energético llega demasiado tarde y no es suficiente, pues el sector ya está en crisis. Podríamos dedicar un número especial del GEAB solo a estas cuestiones. Pero en el marco de estas recomendaciones, aconsejamos a nuestros lectores-inversores la máxima prudencia, tanto en lo que se refiere a la industria tradicional como en relación con los experimentos innovadores. De hecho, en este segundo punto, recomendamos mucha cautela en lo que se refiere a las investigaciones futuristas en torno a nuevos medios de transporte aéreos (aviones eléctricos, taxis voladores, drones, etc.). Reiteramos nuestra anticipación sobre una desaceleración de la movilidad (no solamente la relativa a los desplazamientos migratorios) de la mano de una reinvención del transporte ferroviario en el marco de dinámicas de reorientación continental.
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