GEAB 180

Al igual que la deriva continental, la recomposición del orden mundial es un proceso largo y lento, cuando se observa mensualmente. Aunque salpicado de violentas colisiones (que crean cadenas montañosas) y desprendimientos definitivos (que crean estrechos, mares u océanos), la tectónica de placas geopolíticas es un proceso a largo plazo.

Entre Estados Unidos y China, dos de las principales potencias de este nuevo orden, algunos ya han elegido su bando y tienen poco margen de maniobra para cambiar de posición, pero esto no debe hacernos perder de vista aquellas zonas cuya lealtad y relaciones aún están por forjar. Éstas son las regiones que hemos decidido destacar en este número.

La mayor de ellas es América Latina. Considerada durante mucho tiempo el patio trasero de Estados Unidos, y más recientemente objeto de una activa estrategia de influencia por parte de China, camina ahora en la cuerda floja, a veces intentando forjarse un destino más autónomo, como Brasil, o capaz de inclinarse hacia uno u otro lado. La elección de Javier Milei, un libertario americanista, en Argentina, que debía unirse a los BRICS a finales de año, es la encarnación de este juego de influencias en curso, que se acentuará en los próximos años. China no ha dicho su última palabra, ejerciendo su influencia no sólo a través del atractivo de los BRICS, sino también mediante inversiones masivas en infraestructuras, principalmente a través de los proyectos de las Nuevas Rutas de la Seda. Estados Unidos, por su parte, empieza a ver el repliegue de su influencia global a su propia área regional, iniciado por Trump, no como una opción política sino como una necesidad, dada su mermada capacidad para proyectarse en el mundo. Estas dos tendencias hacen que América Latina se esté convirtiendo en el centro de gravedad del enfrentamiento económico entre estas dos potencias.

Otro punto en movimiento en las placas tectónicas del orden mundial es el Cáucaso Sur. La explosión de tensiones entre Armenia y Azerbaiyán sobre Nagorno-Karabaj en septiembre se convirtió en una declaración conjunta pacífica a principios de diciembre. Esta negociación diplomática se llevó a cabo bilateralmente entre las dos partes en litigio, sin intermediarios. Se trata de un fuerte signo de progreso en las relaciones diplomáticas entre estos dos países, en un momento en que este conflicto es objeto de compromisos activos por parte de varias potencias regionales. Un acontecimiento que refuerza nuestra anticipación de la tendencia a romper los candados de la paz para dar paso a una forma de estabilización, aunque sea a costa de choques violentos.

El continente con menos probabilidades de desviarse del rumbo sigue siendo Europa, como muestra nuestra evaluación de las expectativas para 2023 (con una puntuación del 82,43%). Europa se desvanece en este nuevo mundo multipolar, sin demasiados sobresaltos visibles por el momento, pero la realidad es innegable y se dejará sentir más pronto que tarde. Estados Unidos, por su parte, consigue controlar esta deriva aferrándose a sus bastiones multipolares, aunque ello implique relaciones conflictivas.

He aquí otra actualización de nuestro mapa mundial, para ayudarle a reorientarse a medida que el año se acerca a su fin. Le invitamos a mirar hacia 2024 con nosotros. El año que viene se cumplirá el 35^º aniversario de la caída del Muro de Berlín. Así que hemos mirado por el retrovisor, desde 2023 hasta 1989, para enumerar los 35 acontecimientos clave de la transición sistémica mundial. Ahora, en una encuesta, le pedimos que anticipe el que marcará el año 2024. Compartiremos nuestras reflexiones de forma online en un evento especial que tendrá lugar el 11 de enero de 2024.

Con nuestros mejores deseos para el nuevo año que comienza, esperamos que disfrute de la lectura y de las fiestas.

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