GEAB julio 2023

Las relaciones internacionales y las tensiones geopolíticas se alimentan de innumerables factores, de los cuales los más conocidos son el acceso a los recursos minerales y a los productos agrícolas. La guerra de los microprocesadores revela nuevos temas de tensión vinculados a las nuevas economías^[1]. En efecto, en cuanto un recurso esencial para el buen funcionamiento de una economía escasea, el marco de la cooperación internacional se rompe y las tensiones vuelven a primer plano.

La emergencia de un mundo multipolar – una crisis de poder en Occidente, la aparición de clases medias no occidentales^[2], la explosión de la demanda de recursos económicos de todo tipo^[3] … están, por supuesto, en el origen de todas las tensiones que conocemos.

Pero en este número nos gustaría llamar la atención sobre un área de tensión que ya está en marcha, pero que aún no se ha identificado: la escasez de recursos humanos y las estrategias que se están desarrollando en torno al acceso al talento^[4].

Puede parecer paradójico, al mismo tiempo que estamos en la era de la IA y la supuesta sustitución del trabajo humano por el de las máquinas “inteligentes”, anticipamos una crisis cada vez más profunda de los recursos humanos a escala mundial. Y sin embargo…

Desde la llegada de Internet y el despliegue de las nuevas tecnologías, con la Inteligencia Artificial (IA) desde hace tiempo en el punto de mira, los mensajes enviados a los directivos, ciudadanos y empleados sugieren que los humanos pasarán a ser un componente insignificante en el buen funcionamiento de la economía. A lo sumo, la economía los necesitará para consumir los bienes producidos y para bombear datos destinados a mejorar la oferta del mercado o la eficacia de la IA^[5].

Por supuesto, es perfectamente obvio que si la gente deja de trabajar, no podrá comprar nada en absoluto. Así que los menos idiotas están pensando en modelos que implican gravar la producción y el capital en lugar de los salarios, o incluso los robots^[6] (un concepto que aún está por definir con precisión), con el fin de financiar una renta universal que confirmaría la transformación del trabajador en consumidor.

Todas estas perspectivas de futuro tienen algo en común: dejan de lado el imperativo de la educación y la formación. De hecho, la educación se hizo obligatoria en el siglo XIX porque la economía industrial de la época necesitaba cerebros bien formados. Y si, desde hace al menos treinta años, la inversión en educación disminuye, quizá sea porque el modelo hiperconsumista que sigue dominando el futuro de la economía no necesita en absoluto mentes bien formadas… más bien al contrario.

Pero a medida que nos adentramos en la era post-Covid de la “Gran Dimisión”, e incluso tras la llegada simbólica de la “IA para todos” representada por ChatGPT, todo el mundo vuelve a hablar del factor humano, dándose cuenta -algo tarde- de que la IA puede transformar los RRHH tal y como los hemos conocido, pero no los eliminará.

De hecho, los flujos migratorios de las últimas décadas son un perfecto presagio de lo que nos espera. Estos inmigrantes han venido a sustituir a una mano de obra que la automatización nos hizo creer que ya no necesitaríamos y a la que, por tanto, ya no hemos formado. ¡Atrás quedó el trabajo manual en las escuelas, atrás quedó la formación técnica, atrás quedó la mano de obra extranjera^[7]!

Lo mismo va a ocurrir (o ya ha empezado a ocurrir) con las profesiones más avanzadas técnicamente: ingenieros, médicos, arquitectos, financieros, diseñadores, etc., que realmente van a experimentar una crisis, pero una crisis de transformación y no una crisis de desaparición.

Sin embargo, los sistemas escolares de las últimas décadas han pasado deliberadamente del objetivo de educar ciudadanos libres e ilustrados al de formar profesionales. Una lástima, porque los primeros son más adaptables…

Como resultado, las empresas ya se encuentran en una situación no sólo de escasez, sino también de creciente necesidad de formar a sus propios reclutas, como demuestran todas las “universidades corporativas” que están surgiendo^[8]… y que deberían alarmar seriamente a todo el sistema de enseñanza superior.

Al reto de la adaptación de competencias que tendrán que afrontar las empresas, se suman las exigencias morales de una juventud ideologizada y desconectada de las realidades económicas, una juventud que se conectará a Internet y hará negocios de forma independiente, en lugar de unirse a una “empresa”^[9].

Por supuesto, también está la realidad de una demografía vacilante, sobre todo en Occidente y Asia, pero no sólo allí, que está creando una escasez de jóvenes… y, por tanto, de jóvenes talentos. También está la explosión del consumo de drogas, que, por supuesto, afecta sobre todo a los jóvenes ya de por sí poco instruidos^[10].

En consecuencia, las empresas tendrán que recurrir a “cerebros” extranjeros, un proceso a priori facilitado por el hábito del teletrabajo^[11]. Pero, en el proceso, todas las empresas del mundo se encontrarán compitiendo por atraer este talento internacional^[12] que, admitámoslo, no es tan abundante^[13]. Es cierto que los países emergentes producen más cerebros que nunca^[14], pero también los utilizan cada vez más. Y estamos en desacuerdo con los pocos países que producen una plétora de talento, como China (puesto 8^avo según el INSEAD )^[15].

A partir de entonces, las empresas recurrirán a sus gobiernos para que les ayuden a encontrar el talento que necesitan para dirigir sus negocios: por un lado, arreglando un sistema educativo inadecuado con dinero de Covid^[16], pero también -ya que esto no será suficiente- aplicando estrategias más o menos agresivas para captar talento.

Los países mejor situados para acceder a estos cerebros son siempre los anglófonos que, gracias a la inmensa popularidad de su lengua, atraen a los jóvenes extranjeros a los sistemas educativos anglófonos mediante innumerables pruebas de nivel (Toefl, etc.) y los dirigen después hacia sus universidades, países y empresas^[17].

Pero estas estrategias de captación de recursos vitales para la prosperidad de un país ya dejan entrever la llegada de medidas proteccionistas en materia de talento. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que la UE ponga en tela de juicio los programas Erasmus-Mundus y las instrucciones para realizar prácticas en el extranjero que han florecido durante las dos últimas décadas?… a menos que Erasmus-Mundus sea precisamente una herramienta para captar talento internacional… aunque ello suponga perder a unos cuantos jóvenes europeos^[18].

África y la India han recurrido y siguen recurriendo al envío de sus jóvenes a Occidente, en particular para ingresar divisas y financiar su desarrollo. Pero también en este caso, por un lado, algunos países están adoptando políticas selectivas (EE.UU., Canadá) que otros no se han atrevido a poner en marcha (UE), y por otro, como anticipamos en abril de 2019, cuanto más se desarrollen los continentes en cuestión gracias a estas entradas financieras y a la ayuda de nuevos actores del desarrollo (China, Oriente Medio, etc.), más necesitarán mantener su talento en casa^[19].

Por tanto, seguimos previendo que la escasez mundial de mano de obra cualificada conducirá pronto a la introducción de medidas proteccionistas por parte de los países más pobres entre los pobres, que aprovecharán también la implantación de empresas occidentales para acceder directamente a sus recursos humanos, desviando progresivamente la ralentización de los flujos migratorios a su favor.

Entre los muchos factores de tensión geopolítica, la captación y retención de RRHH no es el menor, y conviene tenerlo en cuenta para entender este período de la historia mundial. Los países, las empresas, las escuelas, los profesionales y los jóvenes talentos deben ser plenamente conscientes de esta realidad para poner en marcha las estrategias adecuadas en cada caso.

Este es el tema de este número especial, en el que se examinan ejemplos concretos de las consecuencias de la crisis de talento en la industria espacial, el impacto de la IA en el aumento de las desigualdades de cualificación y los problemas generacionales.

¡Disfrute de su lectura de verano!

Suscripción

_____________

^[1]  Fuente: Forbes, 07/05/2023

^[2]  Fuente: Fortune, 16/06/2023

^[3]  Por ejemplo: “Los grupos de valor de comercio de materias primas aumentaron significativamente, casi duplicándose de 27 mil millones de dólares en 2018 a un EBIT estimado de 52 mil millones de dólares en 2021. La mayor parte de este crecimiento ha sido impulsado por el EBIT del comercio de petróleo, que se estima que ha aumentado en más de un 90% hasta los 18.000 millones de dólares durante este período. El comercio de electricidad y gas le siguió de cerca, aumentando de 7.000 a 13.000 millones de dólares. Estos grupos de valor mantuvieron su trayectoria ascendente en 2022. Es probable que el mercado atraiga a nuevos participantes que aumentarán la competencia, y nuestro análisis sugiere que su valor global seguirá creciendo.” Fuente: McKinsey, 29/01/2023

^[4]  En Estados Unidos (fuente: SHRM, 23/01/2023); en Italia (fuente: Reuters, 09/06/2023); en Japón (fuente: Asia News Network, 12/06/2023); e incluso en la India (fuente: Times of India, 10/02/2023).

^[5]  Fuente: Artik, 17/03/2018

^[6]  Fuente: OCDE, 2017

^[7]  Fuente: Un ejemplo perfecto es la reforma alemana, adoptada el 7 de julio por el Bundesrat, que facilita la inmigración de profesionales extranjeros: “Los especialistas en informática, que actualmente tienen una demanda especialmente elevada en este país, ya pueden venir a Alemania sin un título reconocido. Para ellos se reducirá el umbral salarial, así como la duración de la experiencia profesional exigida. Además, los informáticos ya no tendrán que demostrar sus conocimientos de alemán. Bundesregiegung, 07/07/2023

^[8]  Fuente: ELMLearning, 28/05/2022

^[9]   Fuente: WorkPlaceInsight, 02/03/2022

^[10]    Fuente: DestinationForTeens, 11/11/2022

^[11]    Fuente: CNBC, 09/06/2023

^[12]    Fuente: MoreThanDigital, 28/06/2023

^[13]    Fuente: Hcamag, 12/04/2023

^[14]    Fuente: Banco Mundial, 11/04/2023

^[15]    Fuente: Índice Global de Competitividad del Talento 2022

^[16]    Fuentes: WhiteHouse, Francia, Reino Unido, Italia,…

^[17]    En la India, por ejemplo. Fuente: AECCGlobal.in

^[18]    Fuente: Fuga de cerebros o ganancia de cerebros, Agile 2018

^[19]    Fuente: TechCabal, 08/11/2022