GEAB 115

Petróleo – Marcha bien

A pesar de numerosos intereses claramente deseosos de reducir el impacto del acuerdo sobre la producción de petróleo entre la OPEP y sus aliados, pero también de las dudas expresadas sobre la sostenibilidad del acuerdo, parece que rusos y saudíes tienen previsto prolongar el acuerdo de Viena[1] hasta, al menos, finales de año. El pulso que identificaban los expertos entre la industria del esquisto norteamericana y las naciones productoras de petróleo es, de acuerdo con nuestro equipo, más bien una trampa. Los productores de esquisto también se ven negativamente afectados por las caídas de los precios originadas por su propia sobreproducción. En realidad, probablemente su impacto es aún mayor, ya que no disponen de los amortiguadores de las grandes naciones. La causa de todo el problema es que se trata de agentes privados, con muchas dificultades para coordinarse entre ellos y ponerse al servicio de planteamientos supranacionales. Pero nuestro equipo cree que es a estos productores privados a los que más interesa encontrar la manera de que sus niveles caóticos de producción paren de hacer que los precios se tambaleen. En cuanto a la OPEP y los NOPEP, una técnica para diluir el impacto de la producción de los países al margen del acuerdo (EE.UU., Brasil, Canadá) consiste en ampliar su grupo, motivo por el cual este mes van a acoger a Egipto y, ante todo, a Turkmenistán. Salvo que se produzca un gran impacto geopolítico, nuestro equipo sigue anticipando unos precios alrededor de los 50 dólares el barril, con pequeñas dosis de adrenalina recurrentes que provocarán rápidamente reacciones al alza.