GEAB 148

En una época alterada por las nefastas predicciones que la han asediado durante los últimos diez años, la industria automovilística europea sin duda ha aprovechado la crisis sanitaria para iniciar una saludable reorientación. A pesar de las graves acusaciones, de saturación del espacio urbano, de problemas ambientales, de la peligrosidad inaceptable y de los costos insoportables (que conducen en particular al desinterés de las generaciones más jóvenes), anticipamos que la desaparición programada del automóvil privado no tendrá lugar. Para 2030, los fabricantes europeos tienen incluso todas las armas necesarias para ganar la carrera de un coche autónomo, en la que su competidor chino ya se está lanzando de cabeza. En Europa, anticipamos que la movilidad será diferente de lo que hoy en día promete ser en Asia. En nuestros países con una larga historia automovilística, estará totalmente en línea con una modernidad que se preocupa por el medio ambiente y la seguridad. Pero también podrá preservar la relación única que los automovilistas europeos tienen con sus vehículos y la marca. En un esquema público/privado sin precedentes, el automóvil está reinventando su papel tanto como los fabricantes de automóviles están reinventando su relación con los clientes.

Este artículo es una síntesis libre de nuestra investigación habitual y una entrevista con el director de prospectiva e innovación de Renault, Didier Delcourt. Los análisis y las anticipaciones que surjan de ella son responsabilidad exclusiva del GEAB.