Después de años de precios a la baja como resultado de las ventas en corto[1] y la distracción de las criptomonedas, el precio de la plata muestra actualmente mayor fortaleza, incluso mientras sigue siendo sacudido por vientos adversos. El metal blanco se ha beneficiado recientemente de un tremendo aumento del interés, con los precios subiendo a niveles no vistos desde el mercado alcista de la plata de 2011-12. El aumento ha sido impulsado por una serie de factores: un giro en el ciclo de las materias primas, el aumento de la demanda de los ETFs y de la industria, y más recientemente un nuevo ejército de inversores[2] minoristas jóvenes, agresivos y conocedores de los medios de comunicación. Vemos que este mercado volverá a alcanzar un pico durante el verano, a medida que la demanda industrial, los fondos de cobertura, los inversores y los comerciantes de lingotes se pelean por la oferta restante[3]; y las crecientes primas obligan a reevaluar el actual sistema de descubrimiento de precios.
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