GEAB 144

Desde hace unas semanas el planeta está en estado de emergencia, la gente está encerrada en sus casas y la economía está en estado de hibernación. Según el GEAB del mes pasado, esta es la transición al “mundo de después”. Lo que es esencial es que el evento que ha causado este dramático cambio no es una gran catástrofe natural (volcán, tsunami, meteorito, …) ni una guerra mundial nuclear …sino una pandemia. El antiguo sistema sanitario se ha resquebrajado por una crisis de salud, por lo que la salud ahora es el centro de atención.

Prácticamente todos los países importantes están luchando actualmente para pasar la fase caliente de la pandemia. La naturaleza del virus los obliga a tomar medidas excepcionales, inimaginables hace unas semanas. El objetivo del distanciamiento social implementado a nivel mundial (incluyendo el cierre casi total del transporte mundial de personas) es prevenir una situación en la que nuestros sistemas de salud queden completamente colapsados.

Sin estas medidas drásticas, la combinación del contagio y la naturaleza de la enfermedad observada, daría lugar a que un número notablemente mayor de personas tuvieran que ser tratadas en las UCI en un corto período de tiempo. Las UCI no sólo requieren ventiladores, sino también otros recursos y, lo que es más importante, médicos y enfermeras capacitados y medidas específicas para garantizar su funcionamiento “seguro”. Lo que pretendemos evitar es una destrucción de nuestros sistemas nacionales de salud, que podría ser tan grave que pondría en peligro la atención sanitaria de las poblaciones en los años venideros.

Así que, sin una guerra militar, estamos en un estado de guerra[1]. Y las lecciones de la historia y el conocimiento de la guerra deben ser aplicados. Una de las principales lecciones es que nunca se puede estar realmente preparado, así que no sólo la preparación material, sino también la capacidad de adaptación y el grado de resistencia cuentan.